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sábado, 28 de marzo de 2020

Pandemia 2020


De pronto todos nos encontramos en casa esperando a que las cosas allá afuera se normalicen y todo vuelva a ser como antes. Pero ¿Recordamos cómo era la vida antes?
Recuerdo que hace unas semanas las noticias invadían las redes sociales y los medios de telecomunicaciones con una nueva amenaza a la Salud mundial que, según parece, ha sido "fabricado" en China. ¿Pero, qué tan cierto es?
Sin duda, este virus que se ha propagado por todo el mundo de persona en persona, marcará un antes y un después en la historia de la humanidad. Hay quienes están asustados, otros angustiados, hay poblaciones vulnerables que han sido víctimas directas de este terrible mal y sufren en desconsuelo.
¿Te imaginas lo que significa perder a un ser querido y no poder despedirte de él como se debe? Eso debe ser lo más aterrador y desconsolado que pueda experimentar una persona en vida.
Hay otros que, a pesar de los acontecimientos a diario, no toman conciencia de la realidad y viven sus vidas como si todo fuese normal o como que ellos fuesen los inmortales privilegiados. Me refiero a aquellos que permanecen en las calles a pesar de que los gobiernos hayan dispuesto el Toque de Queda (Permanencia en casa) en determinados horarios.
Esto de permanecer en casa no es un capricho de las autoridades, tampoco es, como circula en las redes sociales, un invento capitalista para despojar a los pobres y favorecer a los ricos, ¡No! Esto es necesario para evitar la propagación de este virus mientras se descubra la cura, o al menos se logre controlarlo.
Queda en nuestras manos salvarnos a nosotros y a nuestras familias, que es lo más preciado y valioso que tenemos. Tal vez en estos días en casa se aproveche el tiempo para recuperar los lazos rotos, las amistades olvidadas y encender el amor tenue.
Saquemos lo mejor de nosotros en esta Pandemia que nos ha tocado vivir en este año y que podamos adquirir conocimiento, sabiduría y reflexión sobre nuestros actos para dejar un gran legado a nuestras generaciones que siguen silenciosamente nuestros pasos.
¡Juntos lograremos vencer!

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